Hoy quiero hablarte sobre lo que debes hacer para ser un mejor vendedor. Permíteme darte mi perspectiva sobre lo que necesitas para lograrlo. El primer punto en el que debes enfocarte es tu mentalidad. Los mejores vendedores buscan ser visibles en el mercado y ser reconocidos por la alta dirección de la organización. Se esfuerzan por ser reconocidos y visibles. Poseen una mentalidad ambiciosa y desean estar presentes allí donde ocurren las cosas; eso es lo que distingue a los grandes vendedores.

Para adoptar una nueva mentalidad, debes comportarte de manera diferente y manifestar ese cambio en tu comportamiento. Si afirmas haber mejorado tu mentalidad, debe reflejarse en tu proceso de ventas. Un buen vendedor debe perfeccionar constantemente su enfoque. Una excelente manera de mejorar tu proceso de ventas y ser un vendedor destacado es formular mejores preguntas: plantea cuestiones genuinas al cliente, indaga más sobre sus desafíos y temas relevantes. Al abrir la conversación de esta manera, el comprador sentirá que te interesas más por su negocio y sus indicadores de desempeño.

Ser vendedor en la actualidad ofrece grandes ventajas que no existían hace 20 años. Sin embargo, requiere un mayor esfuerzo de nuestra parte para mantenernos visibles en el mercado. Si no te gusta relacionarte con la gente, enfrentarás dificultades en esta profesión. Es esencial que disfrutes conociendo personas y que estés dispuesto a salir de tu zona de confort.

Los buenos vendedores innovamos y desafiamos el proceso establecido. Un vendedor que introduce novedades con el tiempo genera resultados diferentes. Estas acciones conducen a conocer a nuevas personas, creando una cadena de acciones. Un buen vendedor no se queda quieto; siempre está en búsqueda de oportunidades. El 80% del tiempo de los grandes vendedores lo dedican a prospectar, generando negocios en el mercado y en la calle, no en la oficina esperando pedidos, sino saliendo a buscar personas.

Otro aspecto crucial es que los excelentes vendedores tienen objetivos personales. Te recomiendo tomar una hoja y escribir cuál es tu meta personal: ¿Cuánto aspiras ganar? ¿Cuánto esperas que sean tus comisiones? ¿Qué planeas hacer con ese dinero? ¿Cómo quieres que la gente te perciba? ¿Qué deseas para tu familia? Es esencial tener claro tu panorama personal para ser un buen vendedor. Si no cuentas con un marco personal definido, es probable que factores externos te estresen y limiten porque careces de claridad en tus propósitos. Tus objetivos personales son los que te motivan. Una vez comprendas esto, estarás en una mejor posición para formarte, capacitarte y mejorar tu proceso de ventas. Es indiscutible. Te invito y desafío a que plasmes tus objetivos en papel.

Los mejores vendedores son audaces. Proclaman: "Este año voy a ganar 3 veces más". Son audaces en sus decisiones y se atreven a expresar lo que desean. En ventas, los audaces sobresalen, no los precavidos. La perfección no existe en las ventas; nos desarrollamos a través del método de prueba y error. Por supuesto, nos capacitamos y analizamos situaciones, lo que nos brinda un buen nivel de confianza, pero eso no garantiza resultados.

Un buen vendedor posee un entusiasmo inmenso. En esta profesión, si no cuentas con entusiasmo, es muy difícil alcanzar el éxito, porque en el mercado encontrarás muchas circunstancias que obstaculizarán tus avances; es inevitable. Los mejores vendedores saben enfrentar estas circunstancias y trabajan con ellas, no esperan a que cambien. Actúan a pesar de las adversidades. Por otro lado, los vendedores menos eficaces esperan a que las condiciones mejoren para tomar acción. En contraste, los mejores vendedores toman la iniciativa, experimentan, actúan con rapidez y, sobre todo, están comprometidos con sus objetivos. Por eso, es fundamental comprender lo que significa ser un buen vendedor. Este se capacita constantemente; ¿cuánto? Al menos una hora al día. Buscan perfeccionar sus procesos y mejorar sus formas de comunicación porque aspiran a ser interesantes. Los buenos vendedores entienden que deben dar más. Estamos en la profesión de ofrecer y, si no estás dispuesto a compartir información, consejos, o a estar al pendiente de tus clientes, entonces esta profesión no es para ti. Pero, si eres alguien dispuesto a dar, aportar y analizar, teniendo siempre una mentalidad orientada al negocio, esta profesión es la indicada. El resultado depende más de nuestra mentalidad y nuestro proceso que de las circunstancias externas.

- Hanniel Maldonado