Aún observo en la industria vendedores que se quejan constantemente de muchas cosas: de la economía, de su gerente, del servicio, entre otras. No digo que estén equivocados; probablemente existan problemas en las empresas. Sin embargo, si te quejas, estás criticando lo único que tienes para poder lograr éxito. Esa economía que criticas es la misma que te permite alcanzar los objetivos personales y de la empresa. Ese gerente del que te quejas es el líder con el que cuentas para llegar al resultado. El hecho de que, como vendedor, te quejes constantemente solo crea una brecha significativa en la comunicación entre la empresa y tú. Y al quejarte repetidamente, te alejas de tus objetivos; la queja no es productiva y te distancia de los resultados.

Es necesario buscar otros medios para canalizar la insatisfacción. Por ejemplo, presentar un escrito o tener reuniones privadas con las personas que pueden solucionar los problemas, en lugar de compartirlo con el equipo de ventas, colegas o vendedores. Esta última actitud solo genera un mal ambiente laboral, ya que ellos no pueden ofrecerte soluciones. Al manifestar tus preocupaciones de manera pacífica, con argumentos o ejemplos concretos sobre cómo afectan ciertas situaciones, encontrarás que las personas están más dispuestas a ayudarte.

El simple hecho de entregar datos, datos reales, en una comunicación pausada, hizo que notara que las personas reaccionaban mejor. Además, lo que podemos empezar a percibir en nosotros mismos es una mejor disposición hacia la empresa. Es decir, las empresas no son perfectas, pero podemos comenzar a encontrar maneras de ayudar y de manejar las circunstancias.

"No es lo que pasa, sino lo que haces con lo que te está pasando". Son las circunstancias y cómo manejas esas circunstancias lo que marca la diferencia. Hay que buscar clientes que tengan un crédito adecuado para la empresa y enfocarnos más en negociar en vez de quejarnos porque la empresa no otorga crédito. Deja de quejarte y actúa de manera diferente.

- Hanniel Maldonado